
La Casa Militar pagará culpas que quizás no le correspondene por la difusión de ‘la fiesta de Olivos’ pero es notable la disputa por la herencia.
El 03/08 Urgente24 anticipó que la Casa Militar pagaría culpas por la difusión de las fotografías de las violaciones presidenciales al aislamiento social preventivo obligatorio dispuesto por la pandemia por el propio presidente Alberto Fernández.
El coronel Alejandro Daniel Guglielmi será reemplazado pero la disputa en el Ejército Argentino es a paso redoblado y casi sangriento, a bayoneta calada, tal como aquel largometraje de Samuel Fuller sobre la Guerra de Corea, por quién ocuparía ese cargo propio de un jefe militar. En el pasado, lo ocupaba un general pero, considerando que todo se devalúa en la Argentina, hoy es un coronel y quizás llegue un teniente coronel. Parece un rol más deteriorado que la moneda nacional.
La Casa Militar es la encargada de la seguridad del Presidente y sus áreas de permanencia, cuya custodia personal se encuentra a cargo del Regimiento de Granaderos a Caballo. Hasta la fecha, el control de accesos se encuentra en su jurisdicción aunque el presidente Fernández le concedió una notable participación a un comisario mayor de su confianza, Rolando Goicochea, jefe de la Superintendencia de Seguridad Presidencial de la Policía Federal.
Según confesó un integrante de la Casa Militar a Fernando Morales, de Infobae, días atrás, “Guglielmi aún no ha sido desplazado del cargo pero el día a día está en manos del Jefe de Operaciones Capitán de Fragata Gonzalo Gordillo. Todo el personal de la Casa Militar está sufriendo un trato que no creemos merecer y que incluye muchas veces comentarios despectivos o referentes a falta de lealtad, cuando en realidad es todo lo contrario”.
Hay ciertos comentarios acerca de la flexibilidad que, en nombre de la relación de confianza mutua, Goicochea le concedería al Presidente para definir su anillo de seguridad y movimientos, pero no es un tema de esta nota.
La acusación contra la Casa Militar sorprende mucho si se confirma lo que dice Gaceta Mercantil: “(…) la investigación encargada por el Presidente determinó que una de las amigas de la primera dama, la abogada Stefanía Dominguez, sería la responsable de la difusión de las fotos de modo deliberado hasta el punto de que las habría ofrecido a través de comunicaciones telefónicas a diferentes medios con la intención de dañar a su ya examiga. Domínguez -que debe considerarse inocente hasta que la Justicia dictamine lo contrario-, ya contrató como su abogado al mediático Mauricio D’Alessandro (…)”.
Según los abogados consultados, la difusión de una fotografía de un cumpleaños de un amigo no es un delito, aunque sí podría cuestionarse desde lo moral y lo afectivo.

La herencia
Ahora bien,
- ¿quién promueve al próximo jefe de la Casa Militar?
- ¿El Jefe del Estado Mayor, general Agustín Humberto Cejas, o el teniente coronel militante de Inteligencia en Campo de Mayo que promete ascensos a general por aquí y por allá?
- ¿Qué rol tendrá en esta cuestión el ministro de Defensa, Jorge Taiana?
Porque mucho se habla del ‘teniente coronel militante’ que, al parece, querría convertirse en el próximo César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani, considerando el poder que éste tuvo como director general de Inteligencia, por decisión de Cristina Fernández de Kirchner.
Aparentemente, el ‘ teniente coronel militante‘ ya tiene candidato para la Casa Militar: su colega de especialidad, Agustín Rodríguez, quien inexplicablemente se encuentra a cargo de la Seguridad de la Casa de la Moneda, según cuentan por aquí y por allá.
A Urgente24 no le resulta comprensible por qué motivo un oficial del Ejército es el responsable de Seguridad de la Casa de la Moneda cuando esto podría considerarse violatorio de la legislación que impide a las Fuerzas Armadas participar de la Seguridad Interior.
Pero, todo indica, hace tiempo que el presidente Alberto Fernández decidió romper los protocolos, no sólo los sanitarios.
De todos modos, en la Fuerza Aérea se afirma que ese privilegio concedido a Rodríguez no fue sólo por Fernández sino también por otros integrantes del Gobierno, que por algún motivo querían a un oficial de Inteligencia en la Casa de la Moneda.
La inteligencia
Quizás sucede que en el Gobierno haya quienes no confían en la Agencia Federal de Inteligencia o en la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, anhelante que, algún día, la vicepresidente CFK ordene a la Comisión de Acuerdos del Senado desempolvar el pliego de Caamaño, en especial ahora que han cesado las causas judiciales derivadas de la difusión de los nombres verdaderos de espías. La ex fiscal lleva más de 1 año y medio sin obtener el rango de Directora General.
Caamaño sí goza de la confianza de Alberto Fernández ya que estuvo en Olivos en su fiesta de cumpleaños durante la ASPO, según la lista de invitados registrada por la Casa Militar.
En cualquier caso, las consecuencias de la ‘fiesta de Olivos’ van más allá del evento en sí mismo. Y, a su vez, promueven, otros acontecimientos en la complicadísima Administración Fernández.